Radiografías Dentales

Radiografías Dentales.

Hoy en día, las radiografías son una parte tan rutinaria del cuidado dental regular que es difícil imaginar el impacto verdaderamente revolucionario que han tenido en la odontología. Descubiertas por el científico alemán Wilhelm Röntgen en 1895, los médicos utilizaron por primera vez las radiografías para observar las estructuras corporales internas a principios del siglo XX. A mediados de siglo, los dentistas utilizaban habitualmente la tecnología para diagnosticar la caries dental y la enfermedad periodontal (de las encías), así como otras enfermedades que no son visibles a través de un examen clínico. La capacidad de ver lo que hay dentro del diente y detectar caries o enfermedad de las encías en las etapas iniciales ha mejorado enormemente el éxito del tratamiento dental.

Si bien los avances en la imagen digital y la tecnología de los equipos han aumentado las capacidades (y la seguridad) de esta versátil herramienta de diagnóstico, los principios básicos de las imágenes de rayos X siguen siendo los mismos para el dentista de hoy que para sus colegas hace décadas.

Cómo Funcionan los Rayos X

Los rayos X son una forma de radiación electromagnética, similar a la luz pero con una longitud de onda más corta. Como tales, tienen la capacidad de penetrar muchos tipos de materia, incluidos los tejidos corporales. Sin embargo, la velocidad de penetración depende de la densidad del tejido: Los rayos pasan más fácilmente a través de los tejidos blandos, como la piel o las encías, que de los tejidos duros, como los dientes y los huesos.

Para producir una imagen, los rayos X se dirigen al área que deseamos observar. Después de pasar por el cuerpo, son capturados en el otro lado por una placa de película fotográfica o un receptor digital (una radiografía). Debido a las diferencias en la absorción, la placa revelada o digitalizada produce imágenes de estructuras internas con detalles nítidos. Con este nivel de precisión, un dentista puede detectar áreas diminutas de caries en sus etapas iniciales, que aparecen como manchas oscuras en las imágenes más claras de los dientes.

Seguridad y Exposición a la Radiación de los Rayos X

Aunque las radiografías se han utilizado en odontología durante décadas, aún vale la pena tener en cuenta que son una forma de radiación, y todas las formas de radiación (incluso la luz solar) pueden tener efectos nocivos en el cuerpo humano si la exposición es demasiado frecuente o la dosis es demasiado alta. Sin embargo, para poner el tema en contexto, debe tenerse en cuenta que todas las personas están constantemente expuestos a la radiación ambiental del medio ambiente. Utilizando una medida estándar de exposición a la radiación llamada milisievert, muchos estudios han concluido que la persona promedio está expuesta anualmente a entre 2.0 y 4.5 milisieverts de radiación que proviene del medio ambiente.

En comparación, la exposición a la radiación de una sola radiografía de la raíz de un diente (una radiografía periapical) es una décima parte de la exposición diaria a fuentes ambientales, y la de cuatro radiografías de aleta mordida es aproximadamente el 40%. Incluso en la exposición más alta, una serie de boca completa (18 a 20 radiografías) en una placa estándar solo equivale a un día completo de exposición ambiental.

Ya que una persona está expuesta a dosis bajas de radiografías dentales y con poca frecuencia, esta comprobado que el valor diagnóstico de las radiografías en el cuidado dental generalmente supera cualquier riesgo potencial para la salud que puedan tener. Para mejorar aún más la seguridad del paciente, los dentistas también siguen protocolos estrictos (diferentes para niños y adultos) que limitan la exposición a los rayos X solo a lo que es absolutamente necesario o "lo más bajo que sea razonablemente posible" (ALARA, por sus siglas en inglés).

Innovaciones en Tecnología de Rayos X

En los últimos años, el diagnóstico por rayos X se ha beneficiado de una serie de avances tecnológicos. La imagen digital se ha vuelto más frecuente, gracias al aumento en la velocidad y la potencia de procesamiento de la computadora. Esto permite a los profesionales médicos crear imágenes altamente detalladas con menos exposición a la radiación que la que se necesita para una placa convencional.

Otra innovación reciente, también basada en los avances en las computadoras e imágenes digitales, es la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT, según sus siglas en inglés). Esta tecnología utiliza rayos X para captar una serie de cientos de imágenes desde varios ángulos alrededor de la cabeza del paciente. Cuando las imágenes digitales son procesadas y ensambladas por una computadora, proporcionan una representación tridimensional muy detallada de las estructuras de los dientes, la boca y los maxilares. Esta imagen tridimensional se puede manipular en la pantalla de una computadora, lo que permite a los especialistas optimizar los procedimientos dentales visualizándolos con todo detalle desde diferentes puntos de vista.

Aunque no es un reemplazo de la radiografía bidimensional estándar, los CBCT están demostrando ser muy útiles en muchas áreas de la odontología, incluida la ortodoncia, la endodoncia, la periodoncia y la cirugía maxilofacial. Esta tecnología es especialmente útil para los implantes dentales, donde el diagnóstico y la planificación mejorados brindan resultados más exitosos.

Parte Crucial de una Efectiva Atención Dental

Las radiografías dentales desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la caries dental y otras enfermedades dentales. También son una herramienta de planificación importante que puede mejorar los resultados de los procedimientos dentales especializados. A medida que la tecnología continúa avanzando, es una suposición segura que el diagnóstico por imágenes de rayos X será aún más eficiente y útil.