Rechinar y Apretar los Dientes

Rechinar y Apretar los Dientes.

Rechinar y apretar los dientes son hábitos comunes, lo cual no significa que sean inofensivos. La presión generada por las poderosas fuerzas provocadas por rechinar y apretar los dientes (lo que se conoce como "bruxismo") puede desgastar las piezas dentales e incluso hacer que se suelten. Cuando el esmalte se desgasta por esta acción de fricción repetida, los dientes pueden volverse sensibles al calor o al frío. También pueden dañarse las restauraciones dentales de coronas y empastes. Además, el bruxismo puede tener como consecuencia dolor en los maxilares o dolores de cabeza.

Aunque haya experimentado algunos de estos síntomas, puede que no se dé cuenta de que tiene bruxismo, en particular si su hábito es nocturno, como sucede con frecuencia. Aun así, los indicios de daño dental pueden hacerse evidentes durante las revisiones y limpiezas dentales periódicas. Su dentista puede ayudarlo a romper con el hábito, aliviar cualquier dolor que padezca y reparar los daños que tengan sus dientes o restauraciones dentales.

¿Por Qué Rechinamos o Apretamos los Dientes?

La razón más común para los hábitos de rechinar o apretar los dientes es el estrés, que puede afectar la salud de una persona de varias maneras; mientras que algunos pueden experimentar dolor de estómago o granos en la piel, en otros aparece el bruxismo. El uso de sustancias estimulantes tales como la cafeína, el alcohol, el tabaco y las drogas ilegales también pueden causar bruxismo. En algunos casos, las personas rechinan los dientes por tenerlos desalineados o presentar otros problemas de mordida. Adicionalmente, rechinar los dientes puede ser un efecto secundario poco común de ciertos medicamentos.

¿Qué Se Puede Hacer?

Algunas veces, el solo hecho de tomar conciencia del hábito ayuda a mantenerlo bajo control. Si el problema es el estrés, intente hallar formas saludables de tratarlo: pueden ayudar la actividad física, la meditación, escuchar música relajante o darse un baño caliente. Su dentista controlará sus dientes con el tiempo para asegurarse de que el problema no empeore.

Protector bucal nocturno hecho a la medida.

Si es evidente el daño que sufren sus dientes o las restauraciones dentales existentes, pueden recomendarle un protector nocturno hecho a medida, también llamado "protector oclusal". Es similar a un protector bucal deportivo, está hecho de un plástico cómodo y se utiliza por la noche para evitar que sus dientes contacten  entre sí. También ayuda a proteger las articulaciones mandibulares contra fuerzas excesivas.

Si existe un problema de mordida, a veces puede tratarse quitando un poquito de esmalte de un diente individual que sobresale un poco (y por lo tanto recibe mucha fuerza) para alinearlo con los demás. Es lo que se denomina ajuste de la mordida. Si su maloclusión (mala mordida) es más grave, podría recomendarse ortodoncia. Si le faltan dientes, reemplazarlos también puede ayudar a estabilizar su mordida.

Un detalle sobre los niños: es muy común en los pequeños rechinar y apretar los dientes, en particular cuando se les caen los de leche. Como por lo general dejan de hacerlo, no se suele recomendar tratamiento.