Apnea del Sueño y Problemas de Conducta en los Niños

La cantidad de niños diagnosticados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) ha aumentado constantemente en la última década. Sin embargo, según un estudio reciente, muchos niños diagnosticados con esta afección realmente no la tienen; sus problemas de comportamiento están relacionados con trastornos respiratorios relacionados con el sueño (TRS, o SRBD por sus siglas en inglés), como la apnea del sueño.
Un estudio del 2012, publicado en la revista Pediatrics (Pediatría), se observó a más de 11,000 niños durante seis años, comenzando cuando tenían 6 meses de edad. A la edad de 7 años, los niños que tenían TRS (SRBD) eran de un 40 a un 100 por ciento más propensos que los niños sin problemas respiratorios a desarrollar problemas de conducta similares al TDAH. Por lo tanto, si su hijo presenta síntomas similares al TDAH, o incluso si le han diagnosticado TDAH, vale la pena analizar si el sueño interrumpido podría ser un problema.
Si lo piensa, hace bastante sentido: una persona bien descansada, joven o vieja, puede funcionar mucho mejor habiendo dormido bien. Sin embargo, la falta de sueño afecta a adultos y niños de manera diferente. Si bien los adultos somnolientos tienden a actuar con lentitud y somnolencia, es más probable que los niños privados de sueño se vuelvan hiperactivos, no cooperen y no puedan concentrarse, al igual que los niños con TDAH.
¿Qué es Exactamente la Apnea del Sueño?
La condición se caracteriza por episodios recurrentes de interrupción de la respiración durante el sueño. Las vías respiratorias del niño quedan bloqueadas por tejidos blandos cerca de la parte posterior de la garganta, por ejemplo, las amígdalas o la lengua, que cierran parcialmente la tráquea. Estos tejidos pueden vibrar a medida que pasa el aire, causando ronquidos. Generalmente empeoran cuando se duerme sobre la espalda porque esto hace que la mandíbula se deslice hacia atrás y empuje la lengua hacia el frente de las vías respiratorias.
Los niños con sobrepeso tienen una mayor incidencia de apnea del sueño debido a depósitos de tejido adiposo en el paladar blando, que disminuyen el tamaño de las vías respiratorias del niño.
¿Su hijo padece un trastorno respiratorio relacionado con el sueño? Al observar a su hijo mientras duerme, puede reunir pistas para reportar a su profesional de la salud. Busque los siguientes signos:
- Ronquidos
- Interrupción en la respiración
- Respiración crónica por la boca
- Sacudidas y giros constantes
- Pánico nocturno
- Mojar la cama
¿Cómo se Trata en los Niños?
Existen varios tratamientos que pueden ser muy efectivos, dependiendo de la causa. Las amígdalas y los adenoides engrandecidos se pueden extirpar quirúrgicamente. Una terapia conocida como la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés) implica el uso de una máquina que suministra presión suave de aire a través de una máscara que se usa mientras duerme para mantener abiertas las vías respiratorias.
La odontología también puede desempeñar un papel en el tratamiento. Para los niños más pequeños que aún están creciendo, el uso de un aparato de ortodoncia llamado expansor palatino ha demostrado ser útil en algunos casos. Un expansor palatino ensancha gentilmente el paladar a través del tiempo separando huesos que no se fusionan de manera permanente hasta la pubertad. Se usa mayormente para crear más espacio para los dientes apiñados, pero la expansión también puede aumentar el flujo de aire.
Los niños mayores que ya han dejado de crecer a veces pueden beneficiarse de la Terapia con Aparato Bucal. Esto implica usar un aparato bucal hecho a medida, diseñado para reposicionar la mandíbula mientras duerme de modo que la lengua se mantenga alejada de la parte posterior de la garganta, reduciendo la posibilidad de obstrucción.
El primer paso es descubrir qué es lo que impide que su hijo tenga un sueño reparador, que es muy importante para la buena salud y el bienestar. Para que eso ocurra, y para que su hijo reciba el mejor tratamiento, deberá consultar a un profesional capacitado.